El estrés es todo un tema hoy en día. Las circunstancias de la vida hacen que las personas se sientan cansadas y presionadas tanto mentalmente, físico o emocionalmente.
Frente a tales situaciones extremas las personas funcionan con mecanismos adaptativos en los que se ponen en juego el cuerpo, las emociones y la mente.
Este mecanismo fue definido como Síndrome General de Adaptación. Para referirse a este síndrome se ha adoptado el término Estrés. Es una respuesta que se produce en el organismo ante situaciones inesperadas.
El Estrés se considera una forma de reacción emocional. Es variable de un individuo a otro, ya que se pone en juego la situación actual, la historia y experiencias de vida.
Éste síndrome se manifiesta a través de señales. Entre ellas, se encuentran alteraciones del ritmo cardíaco, sudoración de las manos, sensaciones de náuseas, dolores de espalda, trastornos en el aparato digestivo, jaquecas, vértigo, problemas en la piel, migrañas, cansancio.
También se producen cambios en el humor, como ansiedad, depresión, frustración, ira, desánimo, impaciencia, irritabilidad, inquietud, entre otros.
Pueden aparecer alteraciones en el comportamiento como agresividad, también trastornos en el sueño, alteraciones en la actividad social y en el área emocional. Ausencia de tiempo de recreación. Alteraciones en el lenguaje como hablar demasiado y gritar. Otras son las alteraciones en la conducta, como dejar las tareas sin terminar, realizar varias cosas a la vez y olvidos.
El estrés por la falta de paz
Muchos de estos trastornos pueden ser causados por falta de paz.
Las emociones, sin lugar a dudas, pueden tener un rol importante en nuestra vida. Las preocupaciones, los temores, odios y amarguras, resentimientos y falta de perdón traen confusión y pueden causar estrés.
Sin embargo, tenemos más razones para estar contentos e impulsar nuetra vida hacia adelante. El hecho de estar vivos, de tener personas que a pesar de sus defectos nos aman y el contar con la capacidad de leer este texto son simples ejemplos. Evitá estresarte y comenzá a perdonas y agradecer. Todo lo mejor viene de un corazón agradecido y sin rencores.