Como creo que muchos opinamos, no hay nada de malo con el romance. Tener una pareja y darle amor puede que sea una de las mejores experiencias de la vida. Pero, ¿de dónde nace todo esto del día de San Valentín, o también llamado “Día de los enamorados”?
Al igual que muchas de las fiestas más importantes del mundo, el Día de San Valentín es una celebración anual que tiene sus raíces firmemente arraigadas en antiguas creencias y costumbres.
La fecha del 14 de febrero es la que se usa para celebrar y honrar a San Valentín, el santo patrón de los novios y todo aquel que desee casarse. Nació aproximadamente en el año 497 después de Cristo, a través del Papa Gelasio quien un tiempo antes había prohibido el festival de la Lupercalia. Dicha fiesta era realizada con el objetivo de alejar malos espíritus y aumentar la fertilidad, y también se celebraba en el mes de febrero. Es desde ese momento que, con aprobación de la Iglesia Católica, se hacen fiestas celebrando el amor erótico o/y de pareja.
¿Y con Cupido qué hacemos?
A Cupido se lo considera el dios romano del deseo sexual, del erotismo y del sentimiento afectivo. También podemos conocerlo como el hijo de la diosa del amor, Venus (el equivalente al dios Eros en la mitología griega). En la época del renacentismo tuvo un gran auge en la sociedad al comenzar a ser con mucha fuerza el ícono del día de San Valentín, quien lo sigue siendo actualmente y muchas personas reclaman que cupido les envíe un flechazo de amor irracional y ciego que los enamore eternamente.
¿Qué tan en serio te tomás el día de San Valentín?
Creo que es un excelente día para aprovechar y honrar el amor que puedas sentir por otra persona. Además, por un lado, para los que están solteros, considerar que hay personas susceptibles esperando poder salir y enamorarse. Por otro lado, los que estamos casados o en pareja, es una buena oportunidad para alimentar el amor, apreciar a la otra persona y planear o hacer cosas juntos que nos unan más como pareja.